Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2012

Medita Dora

Dora era bastante ansiosa, y se impacientaba e irritaba con facilidad. Hacía mucho tiempo que intentaba estar más serena, pero no lo lograba. De vez en cuando, en los picos de intranquilidad, pensaba que quizás necesitaba ayuda, pero cuando volvía a su meseta, olvidaba la cuestión. Un día, a raíz de un conflicto con su pareja, se desbordó tanto que se sintió bastante desquiciada. Se dio cuenta que no podía seguir así. Tendría que hacer algo al respecto. Una de sus amigas, asidua meditadora, le había sugerido varias veces que meditara, pero a Dora no la atraían mucho “esas cosas”. No obstante en esas circunstancias, estaba dispuesta a probar casi cualquier cosa, con tal de estabilizarse un poco. Llegó al lugar que su amiga le recomendó y le dijeron que esperara en el salón. Allí ya había unas cuantas personas sentadas en el piso, con las piernas cruzadas y los ojos cerrados. “uy… qué fastidio”, pensó, “esto no va a funcionar”. Esa postura francamente la incomodaba, le producía dolor de